dignidad CERO

Suben a YouTube un video del río Dulce que recuerda a "Los Simpson"

Jueves 17 de Diciembre de 2009 08:18 | Aparecieron peces muertos en el embalse. El hallazgo fue filmado y colgado en el portal. Vea el video.

El saneamiento del Salí-Dulce es un viejo reclamo de los pobladores ribereños. Y estos días volvió a cobrar fuerza, puesto que un internauta subió al portal YouTube un video que muestra, de manera elocuente, el daño que sufre la fauna que habita en esas aguas.

Las imágenes que exhibe la cinta son impactantes. Sobre las aguas oscurecidas flotan peces muertos y se observa basura y residuos plásticos en la orilla del dique. Además, se aprecia una gran proliferación de algas.



De hecho, la última semana de noviembre los termeños habían denunciado que las zonas emplazadas a la vera de la cuenca venían soportando emanaciones fétidas, producto de la contaminación que presentaba en esa época del año el embalse.

Los ambientalistas de la vecina provincia atribuyeron la situación al escaso ingreso de agua, a la proliferación de algas, a las altas temperaturas y al efecto de los desechos industriales provenientes de Tucumán. Incluso, el defensor del pueblo santiagueño, Martín Díaz Achával, pidió que las empresas que contaminan sean cerradas.

Y apuntó los dardos contra los ingenios, las citrícolas y los frigoríficos. Un estudio que elaboró en 2008 la asociación ambientalista Pacto Verde señala que este cauce es el segundo más contaminado del país, después de La Matanza-Riachuelo.

El lector José Ignacio Longo -quien fue quien halló el video de la contaminación en el río Dulce y lo envió a nuestra Redacción- se animó a comparar la situación con un capítulo de la serie de televisión "Los Simpson".

Resulta interesante para interpretar, desde el humor, la gravedad del flagelo. El relato cuenta cómo la planta nuclear de la ciudad estadounidense de Springfield arroja sus desechos a un río cercano a la ciudad. A causa de esta acción, a los peces les crece un tercer ojo, ya que son víctimas de una extraña mutación genética. LA GACETA ©